Fuente: LA PRESSE
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« Dans certaines régions du Québec, les maisons d’hébergement ont dépassé leurs capacités », explique la députée Brigitte Garceau.
(Quebec) Los refugios para mujeres que son víctimas de violencia doméstica están escasos de lugares. En varias regiones, como Montreal, están regularmente llenos, mientras que el gobierno realiza campañas publicitarias para alentar a los quebequenses a intervenir cuando presencian situaciones conyugales violentas. Con la explosión de las solicitudes de ayuda, los trabajadores están pidiendo nuevas inversiones de Quebec.
Preocupada, la Sra. Garceau multiplicó recientemente las solicitudes de acceso a la información de muchos departamentos para obtener una imagen precisa de la cantidad de rechazos enviados cada año por los albergues, debido a la falta de lugares disponibles. “No hay nadie que nos pueda decir o confirmar los números. Necesitamos rendición de cuentas”, concluye.
Política de “rechazo cero”
En el Reagrupamiento de casas para mujeres víctimas de violencia doméstica, se dice que el número de mujeres rechazadas por falta de plazas llegó a 3.793 en 2019-2020 antes de descender ligeramente a 3.736 en 2021-2022. Sin embargo, una mujer que no puede encontrar alojamiento no se queda sin apoyo. A veces encuentra un lugar en otra casa que no es del grupo o es ayudada por trabajadores que ofrecen servicios externos. Este número de acompañamientos también saltó durante el mismo período, pasando de 14.660 a 19.034.
(Si el gobierno considera que ha invertido mucho dinero en los últimos años, y es cierto que ha habido inyecciones, hay que seguir consolidando los servicios de los centros y hay que aumentar el número de plazas.) Louise Riendeau, de la agrupación de hogares para mujeres víctimas de violencia doméstica.
Hasta hace poco, Quebec incluso promovió la línea telefónica SOS violencia conyugal. Al Partido Liberal de Quebec le gustaría que el gobierno de Legault se fije el objetivo de tener una política de "cero rechazos" cuando una víctima de violencia doméstica dice que está lista para irse y es reubicada en su propia región.
“La campaña fue un buen comienzo. Pero si [una mujer] llama a la puerta, llama y no hay lugar, ¿qué pasa? Ella regresa a casa y va a haber otro incidente. Quizá esta vez sea peor. Ese es el tema de la falta de plazas”, lamenta la diputada Brigitte Garceau.
En el Departamento de Salud y Servicios Sociales se afirma que tras sucesivos incrementos en los presupuestos destinados a albergues en los últimos años, se prevé una “nueva ola de recolección de datos para el otoño de 2023 para evaluar las inversiones de impacto”.