En los ultimos tiempos escuchamos hablar en todos los escenarios del termino mindfulness, o atención plena en español es una práctica milenaria que se ha vuelto cada vez más popular en la sociedad contemporánea. Esta disciplina se basa en prestar atención de manera intencional y conciente al momento presente, sin juzgar y con aceptación. A través de la práctica regular del mindfulness es posible cultivar una mayor consciencia, conexión con nuestra experiencia presente, reducir el estrés y mejorar el bienestar mental.
Hablemos un poco de sus origenes, El mindfulness tiene sus raíces en las enseñanzas budistas, donde se le conoce como "sati". Sin embargo, en las últimas décadas, esta práctica ha sido estudiada y adaptada en el contexto occidental por profesionales de la psicología y la medicina.
El fundamento principal del mindfulness es cultivar la capacidad de prestar atención al momento presente, sin dejar que la mente divague en el pasado o en el futuro. Se trata de observar con curiosidad y apertura los pensamientos, emociones y sensaciones corporales que surgen en el presente, sin juzgar si son buenos o malos.
La práctica del mindfulness ha demostrado numerosos beneficios para la salud mental y el bienestar general tales como reducción del estrés y la ansiedad, El mindfulness nos ayuda a tomar distancia de los pensamientos negativos y a gestionar el estrés de una manera más saludable. Nos permite observar nuestros patrones mentales y emocionales sin identificarnos plenamente con ellos mejorando así la concentración y la atención ya que al entrenar nuestra mente en la práctica de la atención plena, desarrollamos una mayor capacidad para enfocarnos en el presente, lo cual se traduce en una mejora de la concentración y la atención en otras áreas de nuestra vida. Ademas aprendemos a conocernos mejor incluyendo nuestras emociones, pensamientos y reacciones automáticas, lo cual nos permite tomar decisiones más conscientes y alineadas con nuestros valores y el fomento de la resiliencia emocional.Al cultivar una actitud de aceptación y no juicio hacia nuestras experiencias internas, desarrollamos una mayor resiliencia emocional. Esto nos permite afrontar los desafíos de la vida de manera más equilibrada y adaptativa.
Existen diversas formas de practicar el mindfulness, pero todas tienen en común la intención de prestar atención plena al momento presente, sentarse en silencio y dirigir la atención a la respiración y las sensaciones corporales, prestar atención a las actividades diarias, como comer, caminar o ralizar actividades cotidianas como cocinar o hacer aseo en casa, dirigiendo la atención a diferentes partes del cuerpo, observando las sensaciones físicas sin juzgarlas.
La clave para una práctica efectiva es la constancia y la paciencia. Es ideal comenzar con unos pocos minutos al día y aumentar gradualmente el tiempo a medida que te sientas más cómodo.
Aquí algunos consejos prácticos para ayudarte a cultivar la práctica del mindfulnes:
inicia buscando un lugar tranquilo donde puedas estar sin distracciones puede ser en una habitación silenciosa en tu hogar o un espacio al aire libre.
Siéntate en una posición que te resulte cómoda y estable puede ser en una silla con los pies apoyados en el suelo o en el suelo con las piernas cruzadas manteniendo la columna recta pero relajada.
Enfoca tu atención en la respiración, comienza dirigiendo tu atención a la sensación de la respiración. Observa cómo entra y sale el aire de tu cuerpo. Si tu mente divaga, simplemente trae suavemente tu atención de vuelta a la respiración sin juzgar, a medida que practicas el mindfulness; notarás que surgen pensamientos y emociones. No te enganches con ellos ni los juzgues. Simplemente obsérvalos como si fueran nubes pasando por el cielo y vuelve tu atención a la respiración. El mindfulness no se limita solo a la meditación y puedes incorporarlo en tus actividades cotidianas. Presta atención plena a cada momento, ya sea que estés caminando, comiendo o interactuando con los demás.
Recuerda, el mindfulness es una práctica personal y cada cual puede adaptarla a sus necesidades y preferencias. No hay una forma "correcta" o "incorrecta" de hacerlo. Lo importante es cultivar la atención plena y la aceptación en tu vida diaria.
Fuentes.
Kabat-Zinn, J. (2003). Mindfulness-based interventions in context: Past, present, and future. Clinical psychology: Science and practice, 10(2), 144-156.
Hölzel, B. K., Lazar, S. W., Gard, T., Schuman-Olivier, Z., Vago, D. R., & Ott, U. (2011). How does mindfulness meditation work? Proposing mechanisms of action from a conceptual and neural perspective. Perspectives on psychological science, 6(6), 537-559.