La migración es un fenómeno global que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad. Las personas se desplazan de un lugar a otro en busca de mejores oportunidades, seguridad o para escapar de situaciones difíciles en sus países de origen. Sin embargo, para aquellos que se encuentran en una situación de "no ser de aquí ni de allá", la realidad migratoria puede ser especialmente compleja y desafiante.

Cuando las personas migran a menudo se encuentran en un limbo legal y social. Pueden no tener la documentación necesaria para residir legalmente en el país de acogida, lo que los expone a la posibilidad de ser detenidos, deportados o vivir en constante temor. Por otro lado tampoco son considerados plenamente parte de la sociedad de su país de origen ya que han dejado atrás su hogar y pueden enfrentarse a estigmatización o discriminación por parte de aquellos que no comprenden su situación.

La falta de pertenencia y la sensación de estar atrapados entre dos mundos pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas migrantes. La incertidumbre sobre su futuro, la separación de sus seres queridos y la dificultad para establecerse en un nuevo entorno pueden generar ansiedad, depresión y estrés. Además, la falta de acceso a servicios básicos como atención médica y educación,  en algunos paises puede dificultar aún más su integración en la sociedad.

La situación migratoria también plantea desafíos económicos. Muchas personas migrantes se ven obligadas a aceptar trabajos mal remunerados y precarios, ya que no tienen acceso a las mismas oportunidades laborales que tienen los ciudadanos locales . La explotación laboral y la falta de protección legal son realidades comunes para aquellos que se encuentran en esta situación vulnerable.

Y si hablamos  del entorno familiar, esa descomposicion familiar que amenudo ocurre  cuando  uno de los  dos  padres  sale de su pais  con los hijos  y el otro queda  con la esperanza  del reencuentro, sin imaginar que nada  ocurrirá  en los tiempos  ni espectativas que se trazan y cuando por circunstancias  de la vida  deben separarse, en el camino se desintegran familias, se rompen vinculos  de años de convivencia ya que el tramite del reencuentro  no es  fácil ni rápido.

 Muchas veces los padres o las madres deciden migrar en busca de mejores oportunidades, dejando atrás a sus hijos y cónyuges. Esta separación forzada puede dar lugar a una desintegración familiar que afecta tanto a los padres como a los hijos. 

Cuando un padre o una madre decide migrar sin la compañía de su cónyuge e hijos, se crea una separación física y emocional que puede ser abrumadora para todos los miembros de la familia. Los hijos pueden experimentar sentimientos de abandono, ansiedad y tristeza al perder el contacto diario con uno de sus progenitores. Por otro lado, los padres que migran también enfrentan dificultades emocionales al separarse de sus seres queridos, sintiéndose culpables por dejar atrás a sus hijos(as) y esposa(o).

La desintegración familiar también puede tener consecuencias en el ámbito social. En muchos casos, los(as) niños(as) quedan al cuidado de familiares o amigos mientras sus padres están ausentes, lo que puede generar inestabilidad en su entorno. La falta de presencia y apoyo emocional de uno de los progenitores puede afectar negativamente el desarrollo y el rendimiento académico de los niños. Además, la separación familiar puede debilitar los lazos afectivos y la comunicación entre los miembros de la familia, generando una sensación de distanciamiento y desconexión, enfrentándose  a  obstáculos legales y administrativos.

En algunos casos, los padres que migran pueden enfrentar dificultades para obtener la reunificación familiar debido a las políticas migratorias restrictivas. Esto prolonga la separación y dificulta la posibilidad de que la familia se vuelva a reunir en el país de destino.

No todas las familias migrantes experimentan la misma situación. Algunas pueden lograr la reunificación familiar en el país de destino, mientras que otras pueden optar por mantener una relación a distancia durante un período prolongado. Cada familia tiene sus propias circunstancias y toma decisiones basadas en sus necesidades y posibilidades.

Es fundamental que los gobiernos y las comunidades implementen y actualicen los procedimeintos políticas y programas acordes a las nuevas realidades,  que brinden apoyo a las familias migrantes, facilitando la reunificación familiar y promoviendo la estabilidad emocional y social de todos sus miembros. La comprensión y empatía hacia las experiencias de estas familias son fundamentales para construir sociedades inclusivas y solidarias.

Es importante destacar que la experiencia de "no ser de aquí ni de allá"  se puede convertir  en algo muy positivo  y sentir  que somos  de  aqui  pero tambien somos de allá, esto dependera de la actualizacion de las politicas migratorias la  rapidez en la reunificacion familiar  y la resiliencia de todos los actores inmersos  en esta problematica social.

Fuentes de inforamcion

Consulta los informes y publicaciones de organismos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Estas organizaciones suelen producir informes y estudios sobre temas migratorios que pueden incluir datos y análisis sobre la desintegración familiar.